Supongamos que te echo de menos, supongamos que no hay día en el que no me acuerde de ti, y cada vez que te pienso tenga que distraerme para poder parar, supongaos que me atrevo a decirte algo, ¿reaccionarías? ¿crees que merece la pena empeñar mi orgullo?, supongamos que desaparece aquel mes, aquel fin de semana de Marzo, supongamos que aquello no acabo conmigo, supongamos que quiero ir de nuevo a la estación a esperar a que venga el tren, y tú con el.
Ahora yo supondré que tú aun no me has olvidado, que no has borrado una sola fotografía mía, ni un solo mensaje, ni una sola carta, que tu intención no era la de alejarte matándome poco a poco, que aun queda esperanza, que no la hemos desperdiciado toda, ¿marcarías mi número? .
Son las 3 de la mañana, de cualquier día de abril, y es tu silencio el único que ahora me despierta al caer la noche, es tan difícil conciliar el sueño después de habertelo regalado a ti, a veces pienso en llamarte, en escribirte para que me lo devuelvas.. echo tanto de menos a la persona que solías ser al conocernos, y ahora que nos hemos separado, me he convertido en la mitad de todo, sin ti me sobra la mitad de todos mis días, los 5 minutos de más después de apagar el despertador, la mitad de todas mis comidas, me sobra la mitad de la cama, de la almohada, del sofá, sin ti las películas las veo enteras, hacerme la enfadada ha dejado de ser mi estrategia para que hagamos poesía debajo de las sábanas, y sin embargo te fuiste, y a mi solo me queda suponer que a ti también te sobran las mismas mitades que a mi, que tu también echas de menos mis manos cuando tienes frio, y que nuestra isla es la mitad de bonita sin nuestros besos por las calles.
Sigo notando tu nombre en mi nuca cada vez que me recojo el pelo, y sigo notando tus dientes en mi cuello, ojalá decir que te grabaste en mi piel a fuego, fuera solo una metáfora más, ojalá decir que te llevaste mi corazón no fuese algo tan real. Lo echo de menos, echo de menos oír latir al otro lado de mi pecho, acunarlo por las noche y acariciarlo en la espalda para que conciliara el sueño.