miércoles, 9 de marzo de 2011

desperdicio no.

Queridísimo amor:
No me queda nada más que decir, salvo que anoche no pude domir porque comprendí que todo había terminado. Es un sentimiento que nunca preví, pero al mirar atrás, pienso que no podía haber sido de otra manera.
Tú y yo éramos muy diferentes, procedíamos de mundos diferentes. Sin embargo, tú me enseñaste el valor del amor. Me enseñaste lo que significaba amar a alguien, y gracias a ello me he convertido en una persona distinta. Quiero que nunca lo olvides.
No te guardo rencor por lo que ha pasado. Al contrario, estoy convencida de que nuestra relacción fue auténtica, y me alegro de que nuestros caminos se hayan cruzado, aunque sólo fuera por un tiempo tan breve. Si en un futuro lejano volvemos a encontrarnos, cada cual con una nueva vida, te sonreiré con alegría y recordaré el verano que pasamos. Acaso tú sientas lo mismo, y aunque sólo sea por un fugaz instante, me devuelvas la sonrisa y saborees los recuerdos que siempre compartiremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario